Meditación y Propósito, el camino de vida
El propósito: el camino hacia tu yo más auténtico
¿Qué significa estar en propósito? Es vivir la vida que realmente viniste a vivir, una vida que resuena con lo más profundo de tu ser. A menudo nos encontramos luchando contra la corriente, ignorando lo que nuestra alma nos pide a gritos. Sin embargo, el verdadero secreto está en escuchar. Escuchar lo que dicta tu corazón y confiar en él.
No te voy a engañar: este camino no es fácil. Vivir en propósito requiere valentía, honestidad y una profunda conexión contigo mismo. Pero, ¿vale la pena? Absolutamente. Cuando comienzas a vivir desde tu esencia, todo encaja. Las dificultades siguen ahí, sí, pero se transforman en desafíos que te impulsan a crecer y evolucionar.
La clave está en escucharte. ¿Cómo hacerlo? Encontrando momentos de silencio, de calma, de introspección. Meditar, practicar yoga, trabajar con tu respiración a través de pranayamas o simplemente observar tus pensamientos sin juzgarlos son herramientas poderosas. Es un proceso de autoconocimiento y aceptación.
Cuando estás fuera de tu propósito, la vida se vuelve caótica. Te dejas llevar por el ego, por las exigencias externas y por esa constante necesidad de “tener más”. Todo se vuelve ruido: enfados, excesos, quejas… Te sientes atrapado en un ciclo sin fin. Pero cuando decides priorizar tu alma, todo cambia.
Vivir en propósito no significa que la vida sea perfecta. Significa que todo lo que sucede, bueno o malo, tiene un propósito. Cada experiencia es una lección, cada caída una oportunidad de aprender. Y lo más importante: todo comienza a fluir. Aceptas la vida tal como es, con sus luces y sombras, y encuentras en ello una paz que antes parecía inalcanzable.
No importa quién seas ni a qué te dediques. Puede que seas un fontanero, un banquero, un alpinista o cualquier otra cosa. Tu propósito no está en lo que haces, sino en cómo lo haces. Está en la conexión que tienes contigo mismo y con el mundo, y en cómo afrontas cada tarea con pasión, poniendo amor en todo lo que haces. Cuando disfrutas del proceso y te exiges a ti mismo dar lo mejor de ti, dentro de tus posibilidades, esa autenticidad transforma tu vida. Al vivir desde esa verdad, tu vida se vuelve más fácil, más auténtica y, sobre todo, más feliz.
La plenitud no es una meta; es un estado del ser. Y el camino hacia ella comienza escuchándote, confiando en ti mismo y dejando que tu alma te guíe. Es un viaje desafiante, sí, pero profundamente necesario.
Te invito a que te detengas, respires y te preguntes: ¿Estoy viviendo en propósito? Si la respuesta es no, no pasa nada. Siempre puedes comenzar. Solo necesitas dar el primer paso.
Te deseo un viaje lleno de aprendizajes, amor y propósito.
भवतः बहु प्रेम कामना
bhavatah bahu prem kamana








Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!